Los participantes del International Bugatti Meeting han llenado hoy las calles de Burgos ante la atónita mirada de miles de curiosos.
Therese y Genoveva Bugatti, hija y nieta, respectivamente, del fundador de la marca, se han desplazado desde su residencia de Madrid para dar la bienvenida a los 200 participantes llegados desde todo el mundo.
©Mediagé Comunicación
El Museo de la Evolución Humana de Burgos ha sido el punto de encuentro de miles de curiosos transeúntes que se han visto sorprendidos hoy por la llegada de los llamativos Bugatti. Los inscritos del International Bugatti Meeting han ido llenando poco a poco el parque cerrado, situado en el Paseo Sierra de Atapuerca, que custodiará los vehículos al término de cada jornada hasta el próximo sábado 11 de junio, día en el que cada cual enfilará el camino de regreso a su país de origen.
En total han acudido a la cita cerca de 200 personas y 95 vehículos llegados desde lugares tan dispares como Estados Unidos, Italia, Alemania, México, Francia, Australia, Nueva Zelanda, Reino Unido, Holanda, Suiza, Japón, Bélgica, Austria y Luxemburgo. España también está representada con tres participantes a bordo de un T50 coupé de 1933, un T57 Ventoux de 1935 y un T57 de 1936.
El modelo más antiguo es un T13 de 1920 propiedad de un estadounidense. La mayoría de modelos presentes se fabricaron casi artesanalmente entre ese año y 1938. Los más modernos son un EB110 SS de 1993 y dos Veyron de 2005 y 2007, el coche más potente del mundo con más de 1.000 CV.
La jornada ha contado con la presencia de las descendientes de Ettore Bugatti: Therese y Genoveva Bugatti, hija y nieta, respectivamente, del fundador de la marca, que se han desplazado desde Madrid hasta Burgos para dar la bienvenida a los participantes.
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“Es Increíble encontrarse con gente tan apasionada por la marca que fundó mi padre. Este encuentro es en parte una consecuencia de su trabajo y para nosotras es muy emocionante estar aquí. Tenemos el apellido pero curiosamente lo único que nos falta es un Bugatti”, señalan.