Clasificado en vigésimo cuarta posición, Sabaté y su copiloto Josep Ramon Cañís temen quedarse a las puertas de Buenos Aires sin posibilidad de alcanzar la meta.
Pep Sabaté y Josep Ramon Cañís han tenido hoy su primer gran contratiempo en el Rally Dakar. Los catalanes, debutantes en el raid y en camiones, sufrieron la ruptura de la cardán delantera de su Mercedes prototipo, lo que les dejó sin tracción 4×4 para la mayor parte de la décimo segunda etapa. “Cinco kilómetros después de tomar la salida se ha roto la tracción y hemos tenido que bajar para anular el eje delantero”, explica Sabaté.
A partir de entonces, han tenido que conformarse con seguir adelante solamente con la tracción trasera durante los 261 kilómetros restantes. Los problemas de verdad para ellos han llegado en una zona intermedia de la etapa que se encontraba totalmente enfangada. “Con sólo dos ruedas motrices íbamos de lado todo el rato y en dos ocasiones nos hemos quedado clavados en el barro. Después de varios intentos hemos conseguido escapar de la trampa de lodo y proseguir el camino”.
El piloto de Guardiola de Font-rubí reconocía haber “sufrido mucho durante la especial”. “Por unos instantes pensábamos que nuestra carrera se acababa allí”, añade el copiloto Josep Ramon Cañís. Tras completar doce de las trece etapas del rally, el dúo del equipo Quad a Fons, que está clasificado en vigésimo cuarta posición, teme sufrir algún percance que les deje a las puertas de su gran objetivo: “sería una pena que después de superar una prueba tan difícil como ésta, nos quedáramos sin la recompensa de llegar hasta el final por una avería en la última etapa. Mañana saldremos de dudas. Si el terreno es llano y no hay grandes complicaciones en el terreno, creemos que terminaremos, pero si hay más barro, alguna subida complicada o fesh-fesh tenemos números de no llegar a Buenos Aires”.
Fuente: Mediagé Comunicación