Poco va quedando para la disputa de una nueva edición de la carrera de resistencia de referencia a nivel mundial, la 82a edición de las legendarias 24 Horas de Le Mans, cita que se disputará el próximo fin de semana 14 y 15 de junio.

El pasado domingo 1 de junio, los inscritos a esta edición realizaron pruebas en la famosa pista, test final previo a la disputa de la competición automovilística más dura del mundo. Los Porsche han estado de forma continua en la parrilla de salida durante 63 años y el fabricante de vehículos deportivos alemán posee el récord de triunfos, con 16 victorias absolutas y 103 en su categoría. La victoria más reciente de clase la obtuvo el pasado año con sus 911 RSR, que lograron un doblete en la categoría GTE Pro. El último triunfo en la general, hasta el momento, fue conseguido hace 16 años, ya que Porsche no ha competido en la máxima categoría desde 1998. Porsche regresa esta temporada y se enfrenta con el innovador 919 Hybrid al nuevo reglamento eficiente de la FIA, que limita el consumo de energía por vuelta. En paralelo a ello, el equipo GT tratará de repetir el éxito del año anterior. Junto a la gigantesca estructura de fábrica, también habrá seis equipos Porsche privados en la carrera, de los cuales el más conocido es el de Patrick Dempsey, actor americano que corre y es dueño de su propia escudería. Como miembro del Consejo de Dirección de Porsche AG en representación del departamento de Investigación y Desarrollo, Wolfgang Hatz es el responsable de esta implicación de la fábrica Porsche en el Mundial de Resistencia.

 Wolfgang Hatz

©Porsche

Sr. Hatz, ¿cuándo y por qué decidió Porsche retornar a la máxima categoría en el Campeonato del Mundo de Resistencia (WEC) y en Le Mans?

Wolfgang Hatz: «Fue en 2011. Estábamos, y todavía estamos, muy bien posicionados en la categoría GT, pero es el momento para la marca de regresar a la élite de este deporte. Las opciones para ello son fácilmente comprensibles. Están la Fórmula 1 y el Campeonato del Mundo de Resistencia, que incluye la prueba de Le Mans. Un criterio esencial para tomar la decisión fue el deseo de que Porsche tuviera su propio proyecto, para que la experiencia pudiera ser desarrollada y mantenida dentro de la casa. El Mundial de Resistencia, incluyendo Le Mans, era lo más conveniente para nosotros, pues se trata realmente de un deporte en equipo. Esto es una gran verdad también para el grupo de pilotos. Pero también necesitábamos crear una infraestructura para esta primera ocasión: nuevos edificios, un equipo de 230 personas, la mitad de ellos ingenieros».

¿Jugó también un papel decisivo la conexión histórica con Le Mans?

Wolfgang Hatz: «Porsche es parte de Le Mans y Le Mans es parte de Porsche. Ambos están unidos. Sin embargo, nadie hace esta clase de inversiones por nostalgia; tienen que ser rentables de cara al futuro. Por lo que yo recuerdo, nunca ha habido un reglamento que diera a los ingenieros tanta libertad y requiriese tanta innovación. La obligación de construir un híbrido y la fórmula de eficiencia representan unos retos revolucionarios. Estoy orgulloso de que nuestros ingenieros se hayan atrevido a ir más lejos que nadie. A la larga, los clientes de Porsche se beneficiarán de ello».

¿Puede explicar esto en un lenguaje sencillo?

Wolfgang Hatz: «Nuestro motor de combustión es el más afinado y eficiente jamás desarrollado por Porsche. Se trata de un compacto cuatro cilindros de dos litros, con turbo e inyección directa de combustible, que consigue más de 500 caballos de potencia para propulsar el eje trasero. Es el motor más pequeño y con el menor número de cilindros en la máxima categoría de Le Mans. Nuestros ingenieros también han combinado con este motor un nuevo sistema de recuperación de energía a través de los gases de escape. Ningún otro tiene esto. Almacenamos en una batería la energía recuperada de esos gases que fluyen del escape, y que de otra forma serían totalmente improductivos. También almacenamos en esa misma batería la energía que se genera durante la frenada en el eje delantero. Cuando el piloto usa la energía procedente de esa reserva comprimida en las células de la batería de última generación, varios cientos de caballos de potencia se transfieren al eje delantero. Durante esta fase el piloto tiene a su disposición una tracción a las cuatro ruedas. Nuestro coche es el único de los inscritos que convierte en energía utilizable lo que otros simplemente tiran, y lo hace no sólo en la frenada sino también en aceleración. Esto representa un inmenso potencial para los futuros deportivos de calle».

¿Va este reglamento de eficiencia en detrimento de la propia competición?

Wolfgang Hatz: «En absoluto; las carreras de Silverstone y Spa-Francorchamps lo han demostrado. Los prototipos tienen a su disposición toda la potencia; que venga del motor de combustión interna o del eléctrico no tiene importancia. Deben usar toda la energía en cada vuelta, de lo contrario ésta se pierde. ÉEstas carreras de resistencia son al sprint sobre distancias increíbles».

El Campeonato del Mundo se compone de ocho carreras, pero la atención está en Le Mans. ¿Cuándo se podría considerar un éxito la implicación de la fábrica?

Wolfgang Hatz: «Sería genial si el equipo GT pudiera repetir el éxito del pasado año. Sin embargo, esto va a ser mucho más difícil porque nos hemos visto obligados a aumentar el peso de acuerdo con el reglamento. El Porsche Team Manthey capitaneado por Hartmut Kristen tiene una gran experiencia, lo que puede marcar la diferencia decisiva en Le Mans. La situación es completamente distinta en el caso del equipo Porsche liderado por Fritz Enzinger en la categoría LMP1: Aquí no tenemos ninguna experiencia. El año 2014 es para aprender. No admitir esto significaría menospreciar Le Mans. En Spa-Francorchamps, con la pole position y la vuelta rápida en carrera, el Porsche 919 Hybrid demostró con claridad que tiene la velocidad necesaria. Nuestros competidores saben que somos un equipo a ser tenido en cuenta. Sin embargo, el 919 Hybrid todavía no ha cubierto la distancia completa de Le Mans en condiciones de competición. En este sentido, sería un éxito si uno de los LMP1 termina la carrera. Que sucediera con los dos sería fabuloso».

En Silverstone vimos cómo aplaudía emocionado el puesto de podio conseguido en la general bajo una lluvia torrencial. ¿No es esa la elevada exigencia que Porsche se impone a sí misma?

Wolfgang Hatz: «Fue un gran momento para disfrutar. Pero no podemos perder de vista la realidad. En Silverstone no estuvimos entre los primeros. También nos beneficiamos de los problemas de la competencia. Pero completamos las seis horas de carrera con este coche extremadamente complejo y con un equipo que nunca antes había competido en un circuito. Todo el proceso funcionó muy bien en el debut y, además, con unas condiciones meteorológicas caóticas. Y cada uno trabajó muy duro para ello. Los pilotos demostraron su enorme habilidad, pero también una gran disciplina. El podio fue una magnífica experiencia para todos nosotros. Y tuvimos un doblete en la clase GT. El escenario que vimos en Inglaterra el domingo fue magnífico».

¿Desde donde verá la carrera de 24 horas?

Wolfgang Hatz: «Estaré en mi puesto y no seré un simple espectador. Por supuesto, pasaré la mayor parte del tiempo en el pit. He asistido a todas las carreras y he estado en la pista en casi todos los tests. La mayoría de las veces, por cierto, al lado de Matthias Müller, presidente del Consejo de Dirección, y así será también el fin de semana del 14 y 15 de junio. Vamos a ver qué pasa».