«El que no tenga pecado, que lance la primera piedra»; si porque todos, o casi todos habremos cometido alguna vez alguna imprudencia, ya fuera de forma consciente o inconsciente; ahora bien, si la misma nos produjo daño de alguna clase, entonces hemos de ser responsables y consecuentes, no intentando cargar la culpa sobre espalda ajena.

Miguel García Gutierrez, no debía ni por asomo estar delante de un juez acusado de algo que simple y llanamente, es consecuencia de la imprudencia de otros, y que por desgracia, ademas son victimas. Un titular de prensa de hace unos días, se refería a el como «conductor»; error craso y grave, ya que la labor y las responsabilidades de conducir, nada tienen que ver con las de pilotar, pero parece que esto no lo sabe ni el juez, de lo contrario, Miguel no estaría en el banquillo… Yo me aficioné a los rallyes con no mas de siete u ocho años; iba con mi hermano que es cinco mayor que yo y a los doce o trece, empecé a ir con compañeros de mi edad; si tenemos en cuenta que empecé sobre el año 76, todos sabemos como era el Rallye de Portugal Vinho do Porto en los 80… por algo será que hasta la fecha de hoy, y sin tener ni idea de las horas de cuneta que cuento, no he sufrido mas molestias que algún chinazo, hecho que se explica, porque nunca fui tan valiente como algunos. Basta verse esas tristes imágenes, que nunca debieran haberse producido, para ver el fallo; no el judicial, sino el que provocó este lamentable accidente; no pretendo exentar a nadie de su responsabilidad, pero tampoco ser juez, así que no sé si la hay – responsabilidad – por parte de la organización, pero lo que me parece claro es que hay que ser mas valiente que yo para estar situado en una zona de frenada fuerte y donde el coche me viene de frente; yo no soy tan valiente…

Está claro, que algunos se lesionaron y por ello se han visto imposibilitados de acudir a su trabajo, o que otros se quedarán con secuelas del accidente, pero no es lo mismo que te tiren de un puente a que lo hagas tu sólito. Espero, que este juez imparta justicia y Miguel sea declarado inocente. Hemos de ser conscientes de la peligrosidad de este deporte y de que el riesgo también existe para el espectador. Si no tenemos experiencia, seguro que entre los presentes alguno la tiene y sencillamente es saber escuchar; si un comisario llama a la atención, por algo será (bueno, algunas veces…) y si hay una cinta no es publicidad. Por el bien y el futuro de los rallyes, por favor: mas consciencia y ni un Miguel mas en el banquillo…

Artículo de opinión by Jorge Ferreira