© David Persé Photography

El pasado fin de semana del 15 y 16 de abril, se disputó en el Autódromo Do Algarve de Portimao la segunda cita de la temporada del WEC. Con un tiempo casi veraniego, el trazado portugues fue testigo del dominio del equipo Toyota. 

El equipo Toyota se hacía la segunda victoria de la temporada de dos carreras disputadas, esta vez el número #8 de Buemi, Hartley e Hirakawa ,  con los triunfos repartidos entre sus dos GR010 Hybrid, ante cuyo dominio nada pudieron hacer -como ya se preveía después de la clasificación- los dos Ferrari, con un ritmo esta vez bastante inferior al de los japoneses. La parte buena es que el 499P #50 de Miguel Molina, Antonio Fuoco y Nicklas Nielsen volvió a brillar, y terminó en la segunda posición final.

Fue gracias a un problema del Toyota #7 ganador en Sebring, pero respecto al segundo Ferrari sí se lo ganaron en pista. Porque, aunque en la salida el #51 superó a su coche gemelo, ya antes de la primera parada el #50 iba por delante. Pero, además, problemas de sobrecalentamiento de los frenos durante el segundo relevo, el de Giovinazzi, relegó al #51 a una lucha postrera por el tercer escalón del podio portugués, que al final recayó en Porsche.

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Suerte dispar para los Toyota

La carrera decidió su destino antes de llegar a la hora y media, cuando el #7 que había puesto en pista Mike Conway tenía que hacer una parada obligada para sustituir un palier (uno de los sensores de ese elemento había dejado de enviar datos a la FIA, que requirió a los nipones efectuar esa reparación). Diez minutos de trabajo en boxes y seis vueltas perdidas -y con ello sus opciones de carrera- fueron la consecuencia de esta situación, con la que el equipo japonés no estaba de acuerdo.

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Así pues, antes de llegar al primer tercio de carrera, y aún antes incluso de los primeros cambios de piloto, el #8 ya caminaba hacia el triunfo con más de medio minuto de distancia respecto a los dos Ferrari. Suficiente para, incluso, bajar el ritmo (un segundo superior a los italianos) y no arriesgar lo más mínimo en cuanto a fiabilidad.

Sin embargo, la suerte volvió a estar de su lado poco antes de entrar en la hora final. Porque la única neutralización de la carrera llegó, en forma de Safety Car, justo cuando el #8 acababa de doblar al Ferrari #50. Una jugada que, de haberse producido un poco antes, podría haberlo cambiado todo.

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Un podio con sabor a victoria para Porsche

Porsche, que partía casi sin opciones vista la diferencia de ritmo con Toyota y Ferrari, parecía tocada este fin de semana por la varita mágica. Si en Estados Unidos los 963 del IMSA se marcaron una gran carrera con un primero y un tercero saliendo desde atrás, en la cita del WEC el #6 de Lotterer, Vanthoor y Estre luchó hasta el final para sumarse a la fiesta y sumar su primer podio en el WEC.

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El prototipo alemán supo aguantar y estar en la pomada, para aprovechar los problemas de sus rivales y sumar un podio que dará algo de moral a la escuadra alemana, que no está teniendo el reestreno en el WEC que deseaba.

Por su lado, Peugeot volvió a vivir una carrera complicada con uno de sus 9X8, el #93 de Vergne, Di Resta y Jensen, que tuvo que salir desde el pit lane -el último, por tanto- después de cambiar a última hora la dirección asistida.

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El #94 de Muller, Duval y Menezes, sin embargo, tuvo una carrera más afortunada y se mantuvo en la pelea con el segundo Porsche y el Cadillac. Finalmente terminó quinto a una distancia más digna, dos vueltas, del Toyota #8 vencedor.

Desastre para Costa en LMP2

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En la categoría intermedia Albert Costa y sus compañeros del equipo Inter Europol tiraron por la borda de la estrategia una gran carrera en la que podían haber aspirado, al menos a ser quintos.

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Sin embargo, un cambio final de estrategia a causa del Safety Car en la que el español no entró a hacer el último relevo y, además, tampoco cambiaron neumáticos. Salió mal (de hecho, tuvieron que parar a falta de 10 minutos) y lo que habría sido un merecido top 5 se quedó en un triste décimo puesto.

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La victoria fue para el equipo United Autosports de Pierson, Van der Garde y Jarvis, mientras que en GTE Am de nuevo Corvette -como en Sebring- se llevó la victoria.

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La próxima cita del Mundial de Resistencia tendrá lugar en apenas dos semanas, el 29 de abril, en el mítico circuito belga de Spa Francorchamps, y de nuevo en formato de seis horas.