SABER GANAR…forma parte del “arte” de competir
Se escucha a menudo en las competiciones que hay que saber perder, es parte de las reglas del juego, como también es previsible que ocurran fallos mecánicos o se cometan distracciones por parte del piloto y cualquiera de estas circunstancias hagan perder posiciones, provocar caídas e incluso perder la carrera.
No se suele comentar que una parte importante de la competición… es el saber ganar. Hay varias tendencias, una de ellas es la que defiende que lo que importa al final es el resultado, el ganar a pesar de lo que tenga que hacer el piloto en pista, incluso el provocar una caída fortuita en el momento idóneo…lo hemos comprobado en numerosas ocasiones y hay pilotos en diferentes modalidades, que arrastran su bien merecida “leyenda urbana”. El día que logran subir al podio en la primera posición, la credibilidad ha dejado de existir, aun cuando se presencie una buena carrera. Luego están los “señores” de la pista, los que están más pendiente de lo que se debe hacer, lo que le exige el momento, la expectación de los aficionados , su responsabilidad en carrera… más que esperar una avería mecánica del que le puede robar la posición en el podio, o el alegrarse por una caída o mala decisión técnica ante un momento de indecisión meteorológica.
Quieren ganar por si mismos, demostrar que merecen competir, no importa tanto el resultado, sino lo que se va hacer metro a metro, segundo a segundo, para sacar el mejor piloto que llevan dentro.
Cuándo se llega al podio hay que tener presente que todas las miradas se depositan en ellos, hay personas que desean acercarse para compartir el momento… la alegría y la satisfacción del resultado obtenido.
Que queda, cuando no se sabe ganar… cuando la posición no es del todo merecida, no es el que mejor ha corrido aunque se esté en el escalón más alto, si se va de “Pro”, si alguien se acerca para hacer un comentario, y se evita la mirada…y sobre todo se transmite la actitud de soy “ el mejor, me lo merezco”. Y mientras el público manifiesta el “que suerte ha tenido”.
Nada más lejos de la realidad, cuantas carreras se ganan por abandonos, penalizaciones, por las caídas del mejor o por fallos mecánicos o decisiones técnicas… incluso por provocar salidas de pista… hay que saber entonces si es mejor ganar de cualquier manera o simplemente , en algunas ocasiones tener la satisfacción de haber dado todo, de un trabajo bien hecho… por ello, se considera que hay un podio “moral” que es la victoria de muchos que no han estrenado el sabor de subir y recibir el premio, pero se han dejado la piel en pista. Hay muchas competiciones en las que todos los participantes tendrían que recibir un pequeño diploma, medalla… simplemente el reconocimiento del esfuerzo, de estar ahí … Y seguramente la entrega de premios reflejaría lo ocurrido en carrera y el momento de “gloria” sería compartido por todos.