Ya habíamos comentado que el Peugeot 208 T16 Pikes Peak de Sebastién Loeb no tenía la decoración definitiva con el negro como color principal en un primer momento, pues bien hoy se ha desvelado los colores oficiales que lucirá el mencionado vehículo en la Subida por excelencia a nivel mundial, el Pikes Peak.
Fiel a los colores de su máximo patrocinador y en este caso además a los colores de Peugeot Sport, haciendo honor claro esta al mítico Peugeot 405 T16, los colores vuelven a ser el fondo blanco con con los azules, amarillos y rojos de estos patrocinadores.
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Pikes Peak «la carrera hacia las nubes»
Bautizada como «la carrera hacia las nubes», su principio es sencillo: recorrer por turnos la carretera serpenteante a lo largo de la montaña y darse cita lo más rápidamente posible en la cumbre situada a 4.301 metros de altitud. Todo un reto de 20 kilómetros que sitúa a los pilotos ante su destino. Al darse la salida a 2.800 m de altura, los participantes deben afrontar un desnivel de 1.400 m que implica una disminución de oxígeno muy considerable. Un desafío para los motores –que pueden perder hasta el 30% de potencia- y también para los pilotos, que deben esforzarse en condiciones de respiración extremas. Y no es cuestión de desestabilizarse cuando hay que abordar 156 curvas al borde de precipicios. Destreza extrema y minuciosa preparación no pueden faltar, y también cierta dosis de inconsciencia y suerte. Desde hace unos años, el camino de tierra cede progresivamente terreno al asfalto. La edición de 2012 fue la primera en presentar un recorrido completamente asfaltado. Sin sorpresas, el récord de la prueba fue batido por Rhys Millen (con Hyundai Genesis Coupé) con un registro de 9’46’’164, es decir dos veces más rápido que la primera ascensión en 1916.